lunes, 14 de enero de 2019

Conde Lucanor

Un día el Conde Lucanor llama a su consejero Patronio, y le dice:

-Patronio ayer me dijo un amigo mío que tiene que pagar una deuda y que cada vez es mas grande, y me pregunto que si le podia dar algun consejo, pero a mi no se me ocurrió nada.

-Señor Conde Lucanor permítame que le cuente una historia y así podrá darle un consejo a su amigo.

El Conde le pidió que se lo contara.

-Esta historia empieza con un hombre que tenía una deuda pendiente con un viejo amigo, el amigo le dijo que cada día que pasase la deuda aumentaría un 0,5%, pero si se lo pagaba poco a poco solo le aumentaría un 0,4%. El problema era que el que tenía que pagar la deuda, como la diferencia le parecía muy poca decidió que del dinero que conseguía una pequeña parte la ahorraría para pagarle y otra para darse sus caprichos ya que le gustaba vivir de una forma un poco caprichosa. Entonces en vez de ahorrar mas para pagar la deuda cuanto antes y perder menos dinero, el seguía dándose sus caprichos.
Hasta que un día tenía que pagar tal deuda que tuvo que vender todo lo que tenia para poder pagarla, y eso es lo que hizo, dejando así a su familia en un estado de miseria y pobreza.
Yo señor Conde Lucanor lo que le diría a su amigo sería que gastase el dinero que gane en lo necesario y que pague la deuda cuanto antes y asi perdera menos dinero, y luego podrá volver a vivir como antes.

-Muchas gracias Patronio así se lo diré para que pierda el menor dinero posible.

Y como don Juan creyó que este cuento era bueno, lo mandó poner en este libro e hizo estos versos, que resumen la moraleja. Estos son los versos:

Los males al comienzo debemos arrancar,
porque una vez crecidos, ¿quién los atajará?

lunes, 19 de noviembre de 2018

¿Por qué elegí a mi bisabuela?

Elegí a mi bisabuela Felicisima ya que todavía sigue con vida teniendo 99 años, y como dice mi abuela, su vida daría para escribir un libro entero.

También lo hice porque me parece que ha tenido que luchar mucho para poder sacar a su familia adelante después de lo que le ocurrió a su marido y también porque me sorprendió que pudiese sobrevivir a una explosión de gas con 80 años, y todo ello acompañado de la ayuda que ha ofrecido a los demás.

Mi bisabuela

Mi bisabuela se llama Felicisima nació el 12 de agosto del 1919 en Cevico Navero (Palencia). Este verano ha cumplido los 99 años, espero que por lo menos llegue a los 100 años y podamos disfrutarlo en familia.

La familia estaba formada por los padres y cinco hijas. Ella era la mayor de todas, en la actualidad todavía viven 3, mi bisabuela y 2 más.

Por motivos de trabajo de su padre, durante los primeros años de su vida, estuvieron viviendo en Cevico Navero, y unos años más tarde se trasladaron a Santander y después volvieron a Palencia, pero esta vez a Venta de Baños que es la capital de Palencia. Su padre era taxista y su madre ama de casa.

En 1936 cuando estalló la guerra civil, una prima suya había ido a pasar unos días con ellos a Santander, que era donde vivían, y no pudo volver a su ciudad hasta que no finalizó la guerra.

Una vez terminada la guerra se casó con Marciano, él era policía secreta, y ella ama de casa.
Vivieron en Palencia y tuvieron cuatro hijos, que se llamaban: Lourdes, la mayor, Gloria que es mi abuela, María del Carmen y Jesús, el más pequeño de todos.

Cuando Jesús tenía un año, Marciano murió y entonces ella tuvo que buscar trabajo, pero hasta ese momento no tenía estudios, por lo que primero tuvo que estudiar y mientras lo hacia se tuvo que ir a vivir con familiares y dejar a sus hijos con otros familiares para que cuidasen de ellos. Estudió mecanografía y taquigrafía para ser secretaria.

Una vez que encontró trabajo, fue reuniendo a sus hijos para que estuviesen con ella. Durante unos años sólo estuvieron ella y mi abuela en Soria. Había dejado a sus otros hijos con familiares en Palencia, por lo que en cuanto pudo, se reunió con ellos y estuvieron viviendo todos juntos allí.

Cuando fueron creciendo sus hijos, tuvo la oportunidad de que sus hijos entraran en un colegio interno de huérfanos de la policía y ella trabajar allí como secretaria. Había conseguido su sueño de estar todos juntos.

La vida en el colegio transcurría, durante la semana, ella trabajando y sus hijos estudiando y los domingos salían a pasear o al cine como el resto de los niños del colegio, que era el único día que podían estar con sus padres.

Cuando sus hijos cumplieron los dieciocho y terminaron los estudios, compraron una casa y se fueron a vivir todos juntos. Después trabajo en distintos sitios, y el último fue en Correos.

Cuando se jubiló, empezó una vida tranquila, ya que todos sus hijos se habían casado y vivían con sus familias, y ella se dedicaba a ayudar a gente necesitada que iba a la iglesia.

En el 2000, con 79 años, una mañana de enero cuando abrió la puerta de la cocina y encendió la luz, la sorprendió una explosión de gas. Estuvo ingresada en cuidados intensivos durante casi dos meses. Después de varias intervenciones quirúrgicas, como por ejemplo, la pusieron un injerto de la piel de su pierna en la frente ya que estaba muy dañada debido a la explosión.

Una vez recuperada volvió a su casa para llevar una vida normal, pero no pudo ya que tenía las manos mal y no podía estar sola por lo que sus hijos decidieron que viviese con ellos en sus casas. Así comenzó una nueva etapa en su vida.

Años más tarde, su hijo menor, Jesús, enfermó de cáncer y murió. Fue muy duro tener que decir adiós
a su hijo pequeño.

Ahora tiene 13 nietos y 15 biznietos. El mayor de sus biznietos tiene 20 años y el más pequeño, 6. Todos la queremos mucho y siempre está pendiente de todos nosotros.

A ella siempre le ha gustado reunir a toda la familia para celebrar su cumpleaños, estamos ansiosos por celebrar su siglo.